Tú puedes, puedes con todo y más, ¡y lo sabes! Y te adoro, y eres tú y después yo, y si te pienso sonrío y sonríe tú, como si te estuviera viendo.
Qué nos cegamos, nos ponemos nuestras propias barreras, dejamos de creer en nosotros mismos, y otros tienen que venir a recordarnos lo que somos, a lo que somos capaces de hacer frente.
Y a ti no te hace falta que nadie te diga nada, porque con tu fortaleza y tu determinación marcas tus propios pasos. Ni mejores ni peores, pero a tu ritmo. Al ritmo al que me tienes acostumbrada.
Me desconciertas, me muestras tu parte más vulnerable y seguidamente veo tu potencial. Es mayor del que creía, mayor del que nadie cree.
Pero tú lo sabes, aunque ahora mismo no seas consciente, lo sabes. Sólo que lo tienes guardado en alguna parte de tu ser, ahí agazapado, resquebrajado por inseguridades pasadas, y no te das cuenta, que ahora estás aquí, más fuerte que nunca, más capaz, más valeroso. Puedes levantarte si quieres, así, con aires de todopoderoso, y gritarle al mundo, decirle que nada puede contigo, que te plantarás ahí, a hacer frente a lo que venga.
Y yo te estaré viendo, en la sombra, como ahora, aunque tú no lo sepas, y sonreiré, como lo haces tú cuando me ves, con los ojos vidriosos de orgullo, de amor, y seré testigo de tu reconciliación, de tu determinación, de ti.
«Ni que decir tiene que lo que define el legado de un hombre es, a menudo, lo que no se ve…» Edgar Hoover.
¡Qué gustazo de Post! Cuanta decisión 🙂
Un abrazo!
http://twocentsinmypocket.com/
Me gustaMe gusta
Y que gustazo los comentarios así. Millones de gracias! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me encanta este post, y el texto!! Genial 😉
http://dresstoimpressibiza.blogspot.com.es/
Me gustaMe gusta
Me alegra muchísimo que te guste.
Un abrazo fuerte 🙂
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en Porta dos Soños.
Me gustaLe gusta a 1 persona