Momentos, aquí, allí.

El otro día me sorprendí a mi misma de mal humor, no es que nunca lo esté, todos tenemos momentos así (el que esté libre de pecado que tire la primera piedra), pero me di cuenta de lo infundado del motivo y toda la mella que esa absurdez estaba creando en mí.

El motivo no era otro que pasarme todo el día con un pelo horrible, con una electricidad espantosa que incluso me cabreó, ¡sí! mujeres del mundo ríanse, pero confiesen, se han encontrado en situaciones similares muchísimas veces. Algo tan absurdo como el pelo parecía determinar mi día, y lo peor es que mi actitud frente al problema no era otro que acrecentarlo.

mujer aire frio

Sé que millones de personas se cabrearían solo con leer este tipo de comentario, y yo soy la primera que lo hago. Hay montones de problemas en el mundo y vivimos tan sumidos en nuestro ego y nuestro “yo” que nos olvidamos.

Hoy quería recordármelo y recordárnoslo. Dejar a un lado los insignificantes y alarmantes problemas del “primer mundo” para fijar la mirada en aquello que ciertamente precisa de nuestra atención.

Hoy quería hacerle un guiño a todas las personas que pasan por momentos difíciles y aún así encuentran motivos para sonreír y ver las millones de cosas buenas que ofrece la vida.

Ahora mismo hay personas luchando por su vida, intentando ganarle la batalla al horror y a la injusticia, haciéndose su hueco en el mundo, reclamando aquello que les corresponde y debería ser incuestionable.

Mientras escribo esto, montones de niños andan cada día varios kilómetros para buscarse la vida, encontrar algo que llevarse a la boca e incluso agua potable para beber. El derecho a su educación es nulo, no existe esa opción, pues la situación en la que se encuentran no deja cabida a este tipo de secundarias necesidades. Para nosotros esto es inapelable, ni siquiera dedicamos minutos de nuestro tiempo a pensar en ello, es algo que viene dado, necesario e innegable.

niña barco

Este tipo de problemas los vemos lejanos, no es algo que visualizamos diariamente y en nuestro entorno cercano, lo vemos a través de plasmas con home cinema y resoluciones de alta calidad.

Con esto, no quiero que nos sintamos mal por todo lo que tenemos, es de agradecer, sin hacer absolutamente nada se nos concedió el mayor premio jamás dado, la posibilidad de nacer aquí, rodeados de todo lo que nos envuelve, con todas esas posibilidades de cambio y con eso a lo que llamamos “futuro”.

Nuestro otro gran preciado regalo es la salud, estar sano lo implica todo, con salud todos los problemas se vuelven diminutos pues tienes en tus manos la virtualidad de poder cambiarlos, de hacerles frente. No somos conscientes del todo y lo valoramos cuando nos falta, como casi todo.

Por eso y por millones de razones más hoy doy las gracias. Porque es de buen nacido ser agradecido.

Y como no, toda mi admiración, respeto y apoyo a todas esas personas que no se encuentran en su mejor momento.

Estamos aquí y mientras eso siga así, todo será posible. No pierdan la fe.

mujer misteriosa

16 comentarios sobre “Momentos, aquí, allí.

  1. Empezaré diciendo que yo no tengo problemas con mi pelo fuera de la escasez del mismo… 🙂
    Mi abuelo siempre me recitaba una poesía cuando venía a llorarle con problemas tontos… Aquello de:
    Cuentan de un sabio que un día
    tan pobre y mísero estaba
    que sólo se sustentaba
    con las hierbas que cogía.
    ¿Habrá otro- para sí decía-
    más pobre y triste que yo?
    Y cuando el rostro volvió,
    halló la respuesta viendo,
    que otro sabio iba cogiendo,
    las hierbas que él arrojó.
    Besos
    Fer

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      1. mmmm eso de reflexionar me recuerda otra cosa… un día estaba mi hermana tumbada en el sofá con el móvil encima de la mesa. Yo le mandé un sms, ella se incorporó a leerlo y me mandó a la mierda.
        El sms ponía «si haces esto mismo 50 veces se llama hacer flexiones».
        Lo sé, no tiene nada que ver… Pero el cerebro no me da para más, que es viernes!!
        Besos
        Fer

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