Tú y sólo tú

Querida tú:

Hace tiempo que no te encuentras. Estás de capa caída, persiguiendo sueños imposibles. Detrás del listillo de turno, que sabe bien cómo jugar sus cartas, y tú te lanzas sin red.

brigitte bardot

Es de valientes eso que haces, te digo que lo admiro, siempre intentando engrandecer minucias, creyendo y teniendo fe en el otro, manteniendo la chispa del farolillo cuando hace tiempo que dejó de emitir luz.

Ya no resplandeces. Te limitas a recoger los rescoldos que crees merecer, lo aceptas y sigues a la greña, deseando que algún día todo cambie. Pero no lo hará. Hay determinadas cosas/historias/batallas que están destinadas a no ser.  Y tú no puedes hacer nada al respecto. No todo depende de uno mismo.

Vives anclada en promesas que algún día se hicieron, intentas reconstruir el viejo jarrón roto con paciencia, aunque te dejes la vida en ello. Y no te das cuenta que todo pasa. Que quizá sea el momento de desengrasar las alas y echar a volar. Que puede ser mejor que esto. Que definitivamente lo será.

Y ya no sirven más palabras, no deberían servir. Es hora de poner pies en polvorosa, pero porque de verdad lo sientas, porque creas que es el momento. Lo encontrarás tú y sólo tú. Quizá un día te levantes y digas basta. Quizá la fuerza que crees no tener venga como un huracán para arrasar con todo. Y te haga ser más fuerte, más valiente, más tú.

Son varios años ya, anclada en el mismo punto de partida. Con los mismos sueños por cumplir pero más decepciones, y más lamentos, y mucha más tristeza. Porque la impotencia pone triste a uno. Lo deja sin ganas, sin motivación. Con falta de agallas. Lo apaga, lo mengua, lo deja sin vida.

Y tú que fuiste tan arco iris. Tan estrepitosamente chisposa. Tan feliz y radiante. Que dejabas polvo de luz a tu paso y lo convertías todo en risa, en baile, en magia. Y ya no encuentras tu varita. Tu corona de princesa quedó olvidada, llena de polvo y sin brillo. Ni el de tus ojos. Que parecen decaídos. A la espera de algo en lo que casi ya no crees.

chica coche trenza

Y los demás avanzan. Construyen sus vidas con sus decisiones, con su coraje. Y no es que a ti te falte, es que lo has olvidado. Y no es que los demás no hayan tenido que sufrir, que también, y luchar, llorar y renacer. Porque todos en cualquier momento hemos tenido que levantarnos de la caída, desempolvar la ropa, curar las heridas y esperar que sanen. Ni tú has sido más ni los demás menos. Todos somos parte del mismo saco, estamos en lo bueno y en lo malo. Y el dolor también es parte de esto. También lo es que las cosas no salgan como uno espera. Pero no por ello hay que venirse abajo. Hay que superarse. Pararse y decidirse a tomar decisiones. A romper con todo. A crear. A equivocarse. A sorprenderse.

Porque te lo digo yo. Puede que la vida no te traiga lo que siempre has esperado, pero no por ello lo que venga será malo. Estate alerta, puede que simplemente sea un envoltorio distinto, un papel al que pensaste no optar, y ahora te ves con la soga al cuello, interpretando la sombra de lo que esperabas ser. Pero nunca es tarde. Quizá sea hora de arriesgar. De dejar de soportar guantazos sin resistirse.

Es cuestión de actitud. De hacer frente a  la vida, a los problemas, a las decisiones que marcaron un antes y un después. Las que te llevaron al lugar en el que estás.

Todos creemos en ti. Ahora sólo faltas tú. ¿Te animas?

chica rayas

“La peor falta de ortografía que existe, es que nunca ponemos punto y final a aquello que nos hace daño…”